martes, 9 de diciembre de 2014

Artículo Diario de Cuyo (San Juan, Argentina)

Emprendedor Federico Palacio, el discapacitado que fabrica sus muletas Tiene espina bífida e hidrocefalia. Las muletas las hace también para vender y alquilar y ahora quiere construir sillas de ruedas a medida. Cursa cuatro carreras universitarias y ya escribió un libro. Por Favio Cabrera - Diario De Cuyo ‘No me cuestiono por qué yo, sino para qué me pasó esto. Y mi conclusión es que quiero ayudar’, contó Federico Palacio (27), quien nació con espina bífida e hidrocefalia, una enfermedad conocida como mielomeningocele. Aunque tiene dificultades de desplazamiento, Federico no se queda quieto nunca y montó un banco de trabajo para fabricar muletas: las propias y las que empezó a vender y alquilar. Además, consiguió un préstamo para hacer sillas de ruedas a medida para otras personas con mielomeningocele. ‘El proyecto para fabricar muletas surgió en la Facultad de Ingeniería. Como no hay ascensores, la idea era darle una herramienta a alumnos con dificultades. Luego todo fue tomando más forma, conseguí un crédito para comprar máquinas e insumos y empecé. Las primeras muletas que hice junto a unos amigos fueron para mí y son las que estoy usando. Luego comencé a alquilarlas, especialmente a personas que están en tratamiento por fracturas o lesiones. Y por supuesto que ya vendí algunas. En total llevo 15 vendidas’, contó Federico. Las muletas de caños de aluminio cuestan $650 (alquilarlas, $130 por mes). ‘Son mucho más baratas que en cualquier ortopedia, que promedian los $1.000. Es que el objetivo del emprendimiento es conseguir ganancias, pero también dar una mano’, expresó. En tanto, con Capital Semilla obtuvo otro préstamo y ahora se prepara para construir sillas de ruedas. ‘Las personas con mielomeningocele en general necesitan sillas no estandarizadas, por las distintas características de la enfermedad. Por eso las voy a hacer a medida’, apuntó. Además, a Federico le gusta estudiar. Cursa Bioingeniería y Derecho y rinde por equivalencias los profesorados de Física y Matemática, todas carreras de la UNSJ. A su vez, escribió un libro llamado ‘Ingenieros de la Vida’. Se trata de un ensayo sociológico en el que reflexiona sobre la discapacidad y que hace unas semanas fue declarado de Interés Cultural por el Concejo Deliberante de Capital. Mientras, avanza con una novela sobre la doble vida de una estudiante universitaria. Fede, además, toca la guitarra, el bajo, teclados y trompeta. ‘Formé tres bandas, con diferentes estilos. Se llamaron Los Iracundos de Hoy, Pandora y El Talón de Aquiles. Y ahora estoy componiendo algunas baladas heavy’, dijo. ‘A corto plazo pretendo empezar a recibirme de las cuatro carreras y a largo plazo quiero que mi emprendimiento de las muletas y las sillas de ruedas pueda expandirse incluso fuera de la provincia. Yo creo que todo es cuestión de querer. No siento que por tener una discapacidad haya que quedarse quieto. Hay que salir a la calle, buscar, proyectar y tratar siempre de valerse por uno mismo, en todo. Por ejemplo, me pasó que muchas veces me caí y no dejé que me ayudaran. Y no fue de malo o caprichoso, sino para demostrarme que podía levantarle solo’, confesó.

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