Federico es uno de los colaboradores de APANIM, la Asociación de Padres de Niños con Mielomeningocele (espina bífida). «No se dejen estar», les recomendó a otros.
Federico Palacio Gomez es un sanjuanino excepcional. Nació con espina bífida y eso lo llevó a andar en silla de ruedas, ahora con muletas pero no se queda quieto.
«No hay que preguntarse ¿por qué a mi? No hay que centrarse en el problema sino en las oportunidades y sacarle provecho» contó a DIARIO MÓVIL. El es ingeniero, trabaja en el Poder Judicial, vive en pareja, anda en colectivo, escribió el libro «Ingenieros de la vida», lleva emprendimientos. «Dentro de todo me desenvuelvo. Hay que saber que sí se puede salir adelante», afirmó.
APANIM
La Asociación de Padres de Niños con Mielomeningocele es la ONG en la que Federico milita por estos días para ayudar en las campañas de prevención. Tomando ácido fólico desde antes de la concepción se puede reducir la probabilidad de que el bebé nazca con espina bífida.
«Hay que saber que esto no es hereditario y que hay buenos médicos en San Juan como mi neurocirujando el doctor Campero y mi fisiatra el doctor Sassul. A otros que puedan estar como yo les digo que no se dejen estar. Por ahí somos mañosos, yo me hice mañoso de la silla de ruedas porque es cómodo, pero aprendí a andar con muletas para salir adelante. Tenemos que luchar todavía por la accesibilidad física, pero peticionando se puede lograr como lo logré en la Facultad de Ingeniería gracias al Ingeniero Nasisi», contó Federico.
En Facebook los interesados pueden buscar APANIM o a Federico Palacios Gomez. «Las puertas están abiertas para personas con o sin la condición. Hace falta gente con sensibilidad especial para colaborar y sacar a otros adelante».
*Debo hacer una aclaración sobre el artículo publicado. Al momento de realizarse la entrevista yo no era ingeniero, estudiaba Ingeniería. No quiero que me pongan títulos universitarios que no obtuve.*